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Si el hombre pudiera escribir su propio destino, habría diseñado su viaje sin obstáculos. Sin embargo, todos los obstáculos vienen acompañados de valiosas lecciones diseñadas para ti y sólo para ti. El sufrimiento se nos impone una y otra vez para que un día nos convirtamos en valientes maestros sabios. Es decir, un ser fuerte que es consciente de la dirección que quiere tomar en la vida y que añade valor al mundo y a su futuro sin miedo.