-
Uno tenía una cara preciosa,
Y dos o tres tenían encanto,
Pero el encanto y la cara eran en vano.
Porque la hierba de la montaña
No puede mantener la forma
Donde la liebre de montaña ha yacido.
Uno tenía una cara preciosa,
Y dos o tres tenían encanto,
Pero el encanto y la cara eran en vano.
Porque la hierba de la montaña
No puede mantener la forma
Donde la liebre de montaña ha yacido.