-
SOY lo que se llama una feminista. Hace treinta años dejé un monasterio y comencé una existencia humana sana. En dos o tres años, descubrí que defendía los derechos de las mujeres.
SOY lo que se llama una feminista. Hace treinta años dejé un monasterio y comencé una existencia humana sana. En dos o tres años, descubrí que defendía los derechos de las mujeres.