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  • La disciplina espiritual más sencilla es cierto grado de soledad y silencio. Pero es la más difícil, porque ninguno de nosotros quiere estar con alguien a quien no ama. Además, invariablemente nos sentimos aburridos de nosotros mismos, y toda nuestra soledad aflora a la superficie.No tendremos el valor de adentrarnos en ese lugar aterrador sin el Amor que nos proteja y nos guíe, sin la luz y el amor de Dios anulando nuestras propias dudas. Ese silencio es la técnica más espaciosa y poderosa del mundo, y sin embargo no es una técnica en absoluto. Es precisamente el rechazo de toda técnica.