Sabes, muchacho, dijo, es imposible amar a los hombres como son. Y sin embargo debemos hacerlo. Así que trata de hacer el bien a los hombres haciendo violencia a tus sentimientos, tapándote la nariz y cerrando los ojos, sobre todo cerrando los ojos. Soporta su villanía sin ira, en la medida de lo posible; trata de recordar que tú también eres un hombre. Porque, si tienes siquiera un poco de inteligencia por encima de la media, tendrás la propensión a juzgar severamente a la gente. Los hombres son viles por naturaleza y prefieren amar por miedo. No cedas a ese amor: despréncialo siempre.