La amenaza de Saddam Hussein con armas de destrucción masiva es real, pero como he dicho, no es nueva. Ha estado con nosotros desde el final de esa guerra, y particularmente en los últimos 4 años sabemos, después de que la Operación Zorro del Desierto fracasara a la hora de obligarle a volver a aceptarlas, que ha seguido construyendo esas armas. Ha tenido vía libre durante 4 años para reconstituir esas armas, permitiendo que el mundo, durante el intervalo, perdiera la atención que teníamos sobre las armas de destrucción masiva y la cuestión de la proliferación.