-
Para tener un corazón puro, debemos someter todos los pensamientos a la autoridad de Cristo. Si estamos dispuestos a hacerlo, Él nos cambiará para que seamos como Él.
Para tener un corazón puro, debemos someter todos los pensamientos a la autoridad de Cristo. Si estamos dispuestos a hacerlo, Él nos cambiará para que seamos como Él.