Pero los que se ocupan de la fabricación real de la mente están tratando con un material muy explosivo. El material no es simplemente la arcilla de la que el hombre es dueño, sino las verdades o semblanzas de la verdad que tienen cierto dominio sobre el hombre. El material es explosivo porque debe tomarse en serio. Los hombres que escriben libros realmente están lanzando bombas.