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Incluso en las cosas que parecen más frívolas tiene que haber la amenaza de algo bastante doloroso para que la comedia funcione. Supongo que mi obra más conocida es NOISES OFF, que todo el mundo cree que es una simple farsa sobre actores que hacen el ridículo. Pero creo que hace reír a la gente porque todo el mundo está aterrorizado en su interior de sufrir algún tipo de colapso, de ser incapaz de seguir adelante. Cuando la gente se ríe de esa obra, se ríe de una versión sustitutiva del desastre que podría ocurrirles a ellos.