Las obras de teatro son literatura: la palabra, la idea. El cine se parece mucho más a la forma en que soñamos: en acción e imágenes (la televisión es mobiliario). Creo que una gran obra sólo puede ser una obra de teatro. Se adapta mejor al escenario que a la pantalla. Algunas historias insisten en ser películas, no pueden contenerse en el escenario. Al final, toda escritura sirve para responder a la misma pregunta: ¿Por qué estamos vivos? Y la forma que adopta la pregunta - obra de teatro, película, novela - viene dictada, supongo, por si su historia está impulsada por el personaje o por el lugar.