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Así pues, nuestra vocación es ir, no sólo a una parroquia, no sólo a una diócesis, sino a todo el mundo; ¿y hacer qué? Incendiar el corazón de la gente, hacer lo que hizo el Hijo de Dios. Vino a incendiar el mundo para inflamarlo con su amor.
Así pues, nuestra vocación es ir, no sólo a una parroquia, no sólo a una diócesis, sino a todo el mundo; ¿y hacer qué? Incendiar el corazón de la gente, hacer lo que hizo el Hijo de Dios. Vino a incendiar el mundo para inflamarlo con su amor.