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Cuando era entrenador, creo que la charla de motivación que daba a mis jugadores que lograban los mejores resultados era en referencia a su esfuerzo del día de partido. Les decía que el partido de hoy podía ser el más importante de su vida. La actuación de ayer ya es historia. El mañana nunca llega, así que lo que realmente cuenta es el rendimiento de hoy.