-
Qué fuerza pertenece a cada planta y animal de la naturaleza. El árbol o el arroyo no tienen doblez, ni pretensión, ni espectáculo. Es, con toda su fuerza y su esencia, lo que es, y causa la misma impresión y el mismo efecto en todo momento. Todos los pensamientos de una tortuga son los de una tortuga, y los de un conejo, los de un conejo. Pero un hombre es quebrantado y disipado por el vértigo de su voluntad; no se lanza a sus juicios; su genio le lleva por un camino, pero es probable que su oficio o su política por otro muy distinto.