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Somos lo bastante fuertes para mantenernos erguidos sin lágrimas, lo bastante valientes para doblarnos a llorar y lo bastante tristes para saber que debemos volver a reír.
Somos lo bastante fuertes para mantenernos erguidos sin lágrimas, lo bastante valientes para doblarnos a llorar y lo bastante tristes para saber que debemos volver a reír.