Autores:
  • En aquellos días, muchos moralistas en ciernes recorrían nuestra ciudad proclamando que no había nada que hacer al respecto y que debíamos doblegarnos ante lo inevitable. Y Tarrou, Rieux y sus amigos podían dar una respuesta u otra, pero su conclusión era siempre la misma, su certeza de que había que luchar, de tal o cual manera, y no había que doblegarse... Esta actitud no tenía nada de admirable; era simplemente lógica.

    Albert Camus (1960). “The plague: translated from the French”