-
Lo que padecemos hoy es humildad en el lugar equivocado... La antigua humildad era un acicate que impedía que un hombre se detuviera; no un clavo en la bota que le impedía seguir adelante. Porque la antigua humildad hacía que un hombre dudara de sus esfuerzos, lo que le hacía trabajar más. Pero la nueva humildad hace que un hombre dude de sus objetivos, lo que le hará dejar de trabajar por completo.