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  • Hay hombres tan incorregiblemente perezosos que ningún incentivo que se les pueda ofrecer les tentará a trabajar; tan devorados por el vicio que la virtud les resulta aborrecible, y tan inveteradamente deshonestos que el robo es para ellos una pasión maestra.

Hay hombres tan incorregiblemente perezosos que ningún incentivo que se les pueda ofrecer los tentará a trabajar; tan devorados por el vicio que la virtud les resulta aborrecible, y tan inveteradamente deshonestos que el robo es para ellos una pasión maestra. - William Booth
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