Para los partidarios de la multiculturalidad/diversidad, la cultura, las ideas, las costumbres, las artes y las habilidades son una cuestión de pertenencia racial en la que uno no tiene más control sobre su cultura que sobre su raza. Es una idea racista, pero es un racismo políticamente correcto. Dice que las convicciones, el carácter y los valores de uno no están determinados por el juicio y las elecciones personales, sino genéticamente. En otras palabras, como sostenían los racistas de antaño: la raza determina la identidad.