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A mí me parece que nosotros movemos los muebles, los franceses vienen después y ponen las blondas encima... Es un simple hecho que siempre han sido reacios a rendirse a los deseos de sus amigos y casi se anticipan en su afán de rendirse a los deseos de sus enemigos. Y si ahora quieren ensuciarse las manos van a tener que pasárselas por el forro.