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  • Abriré los ojos y los oídos. Una vez al día me quedaré mirando un árbol, una flor, una nube o una persona. Entonces no me preocuparé en absoluto de preguntar qué son, sino que simplemente me alegraré de que lo sean. Les permitiré con alegría su existencia "divina, mágica y extática".

Abriré los ojos y los oídos. Una vez al día me quedaré mirando un árbol, una flor, una nube o una persona. Entonces no me preocuparé en absoluto de preguntar qué son, sino que simplemente me alegraré de que lo sean. Les permitiré con alegría su
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