Autores:
  • Con razón mandó Dios por medio de Moisés que la viña y la mies no se espigaran hasta la última uva o grano, sino que se dejara algo para los pobres. Porque la codicia nunca se sacia; cuanto más tiene, más quiere. Tales insaciables se dañan a sí mismos, y transforman las bendiciones de Dios en mal.