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No hay nada que la vida humana necesite más que una amable consideración de las faltas de los demás. Todos pecan; todos necesitan indulgencia. Nuestras propias imperfecciones deberían enseñarnos a ser misericordiosos.
No hay nada que la vida humana necesite más que una amable consideración de las faltas de los demás. Todos pecan; todos necesitan indulgencia. Nuestras propias imperfecciones deberían enseñarnos a ser misericordiosos.