-
El político que antes tenía que aprender a adular a los reyes, ahora tiene que aprender a fascinar, divertir, engatusar, embaucar, asustar o cualquier otra cosa que despierte la fantasía del electorado.
El político que antes tenía que aprender a adular a los reyes, ahora tiene que aprender a fascinar, divertir, engatusar, embaucar, asustar o cualquier otra cosa que despierte la fantasía del electorado.