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Cuando el Sol se pone, las sombras, que se mostraban al Mediodía
pero pequeñas, parecen más largas y terribles;
Así, cuando pensamos que el destino se cierne sobre nuestras cabezas,
nuestras aprensiones se disparan más allá de todos los límites,
Búhos, cuervos, grillos parecen la guardia de la muerte,
Las peores alimañas de la naturaleza asustan a sus hijos divinos.
Eccoca los restos de una voz,
Crecen fantasmas balbuceantes, y nos llaman a nuestras tumbas:
Cada pensamiento de la colina de Mole se hincha a un Olimpo enorme,
mientras nosotros, soñadores fantasiosos, resoplamos,
y sudamos con el peso de la imaginación.