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Tienes enemigos. Pues ¿quién puede vivir en esta tierra sin ellos? Tened cuidado: amadlos. En modo alguno podrá vuestro enemigo dañaros tanto con su violencia, como os dañáis vosotros mismos si no le amáis.
Tienes enemigos. Pues ¿quién puede vivir en esta tierra sin ellos? Tened cuidado: amadlos. En modo alguno podrá vuestro enemigo dañaros tanto con su violencia, como os dañáis vosotros mismos si no le amáis.