-
Nunca sonrío cuando tengo un bate en las manos. Es entonces cuando hay que ser serio. Cuando salgo al campo, nada es una broma para mí. No siento que deba ir por ahí con una sonrisa en la cara.
Nunca sonrío cuando tengo un bate en las manos. Es entonces cuando hay que ser serio. Cuando salgo al campo, nada es una broma para mí. No siento que deba ir por ahí con una sonrisa en la cara.