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Ninguna mujer entrará en el reino celestial, a no ser que la reciba su marido, si es digna de tener marido; y si no, alguien la recibirá como sierva.
Ninguna mujer entrará en el reino celestial, a no ser que la reciba su marido, si es digna de tener marido; y si no, alguien la recibirá como sierva.