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La mente se refrigera con las interrupciones; los pensamientos se desvían del tema principal; el lector se cansa, no sospecha por qué, y al final tira el libro, que ha estudiado con demasiada diligencia.
La mente se refrigera con las interrupciones; los pensamientos se desvían del tema principal; el lector se cansa, no sospecha por qué, y al final tira el libro, que ha estudiado con demasiada diligencia.