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Señor, no tengo inconveniente en que un hombre beba vino, si puede hacerlo con moderación. Me he dado cuenta de que soy propenso a excederme en su consumo, y por eso, después de haber estado algún tiempo sin beberlo, a causa de una enfermedad, he pensado que era mejor no volver a hacerlo. Cada uno debe juzgar por sí mismo, según los efectos que experimente.