Autores:
  • Pensé en lo mucho que hemos abandonado la Tierra, en el sentido de excluirla de nuestros pensamientos. Son pocos los que consideran su inmensidad física, su rudeza. Sigue siendo una monstruosidad dispar, llena de soledades, yermos y tierras salvajes. Sigue empequeñeciendo, aterrorizando, aplastando. Los ríos siguen rugiendo, las montañas siguen estrellándose, los vientos siguen destrozando. El hombre es un asunto de ciudades. Sus jardines, huertos y campos son meros despojos. Sin embargo, de algún modo, ha conseguido ocultar el rostro del gigante de sus ventanas. Pero el gigante está ahí.