Autores:
  • No estábamos destinados a enmascararnos ante nuestros semejantes, sino a ser, a través de nuestras formas humanas, verdaderas y claras expresiones del espíritu interior. Puesto que Dios nos dio estos cuerpos, deben habérsenos dado como guías hacia Él y reveladores de Él.

    Lucy Larcom (1892). “The Unseen Friend”