-
En realidad, el mundo está tan lleno de malas madres como de malos padres, y no son los hijos huérfanos de madre los que se convierten en delincuentes, sino los huérfanos de padre.
En realidad, el mundo está tan lleno de malas madres como de malos padres, y no son los hijos huérfanos de madre los que se convierten en delincuentes, sino los huérfanos de padre.