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No hay nada como el día de la inauguración. No hay nada como el comienzo de una nueva temporada. Empecé a jugar al béisbol a los siete años y lo dejé a los 40, así que lo llevo en la sangre.
No hay nada como el día de la inauguración. No hay nada como el comienzo de una nueva temporada. Empecé a jugar al béisbol a los siete años y lo dejé a los 40, así que lo llevo en la sangre.