Los deseos y las necesidades están estrechamente relacionados. Y todas nuestras necesidades, incluso aquellas de las que aún no somos plenamente conscientes, serán satisfechas. Agradece a Dios que sabe más de lo que necesitamos que nosotros mismos. A veces, cuando rezamos, obtenemos lo que queremos. A veces obtenemos lo que necesitamos. Acepta ambas respuestas -los síes y los algo más- con sincera gratitud. Luego mira a tu alrededor y descubre cuál es tu lección y tu regalo.