-
Una de las experiencias de la oración es que parece que no ocurre nada. Pero cuando empiezas con ella y miras hacia atrás durante un largo periodo de oración, de repente te das cuenta de que algo ha sucedido. Lo más cercano, lo más íntimo, lo más presente, a menudo no puede experimentarse directamente, sino sólo con cierta distancia. Cuando pienso que sólo estoy distraído, que sólo pierdo el tiempo, algo está sucediendo demasiado Inmediato para conocerlo, comprenderlo y experimentarlo. Sólo en retrospectiva me doy cuenta de que ha ocurrido algo muy importante.