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No hubo ningún acontecimiento especial que me hiciera decidirme. Había reunido algunas fotos y la idea me rondaba la cabeza desde hacía mucho tiempo. Crecía y crecía, así que finalmente dije: 'Tengo que pintar esto'. Vengo de Alemania del Este y no soy marxista, así que por supuesto en aquel momento no simpatizaba con las ideas, ni con la ideología que representaba esta gente. No lo entendía, pero aun así me impresionó. Como todo el mundo, me conmovió. Fue un momento excepcional para Alemania.