Autores:
  • Gastarme todo el dinero que me quedaba en un billete a Florencia se complicó innecesariamente porque ninguno de los vendedores había oído hablar del lugar. Por fin apareció su supervisor y les aclaró que la ciudad a la que siempre se habían referido como "Firenze" se llamaba en realidad Florencia.

    Clive James (2009). “Falling Towards England”, p.106, Pan Macmillan