Autores:
  • Algunos han estrechado sus mentes y las han encadenado de tal modo con las cadenas de la antigüedad, que no sólo se niegan a hablar si no es como hablaban los antiguos, sino que se niegan a pensar si no es como pensaban los antiguos. Dios también nos habla, y los mejores pensamientos son los que ahora se nos conceden. ¡Superaremos a los antiguos!