-
Para que un nuevo resultado tenga algún valor, debe unir elementos conocidos desde hace mucho tiempo, pero hasta entonces dispersos y aparentemente extraños entre sí, e introducir de repente el orden donde reinaba la apariencia de desorden.
Para que un nuevo resultado tenga algún valor, debe unir elementos conocidos desde hace mucho tiempo, pero hasta entonces dispersos y aparentemente extraños entre sí, e introducir de repente el orden donde reinaba la apariencia de desorden.