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Cuando vas al cine y ves la apertura de esta película y ves a los niños desternillarse de risa con un personaje al que estás poniendo tu voz, se te pone la piel de gallina. Es precioso.
Cuando vas al cine y ves la apertura de esta película y ves a los niños desternillarse de risa con un personaje al que estás poniendo tu voz, se te pone la piel de gallina. Es precioso.