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El capitalismo se levantó y se quitó el pijama. Otro día, otro dólar. Cada hombre se valora por lo que aporta en el mercado. El sentido ha sido drenado del trabajo y asignado en su lugar a la remuneración.
El capitalismo se levantó y se quitó el pijama. Otro día, otro dólar. Cada hombre se valora por lo que aporta en el mercado. El sentido ha sido drenado del trabajo y asignado en su lugar a la remuneración.