-
Ayúdanos a reconocer tu voz, ayúdanos a no dejarnos seducir por la locura del mundo, para que nunca nos alejemos de ti, Señor Jesucristo.
Ayúdanos a reconocer tu voz, ayúdanos a no dejarnos seducir por la locura del mundo, para que nunca nos alejemos de ti, Señor Jesucristo.