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Un niño mexicano no podía ser otra cosa que un indio. Y por qué tomaste el nombre de Quinn, solían decirme. Oye, tú eres indio, así que jugué a los indios.
Un niño mexicano no podía ser otra cosa que un indio. Y por qué tomaste el nombre de Quinn, solían decirme. Oye, tú eres indio, así que jugué a los indios.