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Quiera Cristo, nuestro Señor, concedernos verdadera humildad y abnegación de voluntad y juicio, para que merezcamos empezar a ser discípulos suyos.
Quiera Cristo, nuestro Señor, concedernos verdadera humildad y abnegación de voluntad y juicio, para que merezcamos empezar a ser discípulos suyos.