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La cuestión no es cuánto puedo permitirme y aún así salvarme. ¡Dios me libre! Más bien debo preguntarme: ¿Qué hay de la voluntad de Cristo y del ejemplo que doy a mis compañeros cristianos?
La cuestión no es cuánto puedo permitirme y aún así salvarme. ¡Dios me libre! Más bien debo preguntarme: ¿Qué hay de la voluntad de Cristo y del ejemplo que doy a mis compañeros cristianos?