Recuerdo que los monitores de mis talleres tenían mucho tacto a la hora de darme a conocer mis defectos como escritor. Tanto que apenas me daba cuenta de que lo hacían. Quiero tener siempre presente ese tipo de cosas cuando doy clases. La forma de mejorar en todo en esta vida es cometer errores. Si no, probablemente lo estés haciendo bien por accidente. Pero tienes que hacerlo todo mal antes de poder empezar realmente con cierta autoridad a hacerlo bien.