-
Simplemente no hay nada ajeno a la conciencia en absoluto que pueda presentarse a la conciencia a través de la mediación de fenómenos distintos del propio gustar; gustar es intrínsecamente ser consciente.
Simplemente no hay nada ajeno a la conciencia en absoluto que pueda presentarse a la conciencia a través de la mediación de fenómenos distintos del propio gustar; gustar es intrínsecamente ser consciente.