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Sabe Dios qué penas ha pasado el autor, qué amargas experiencias ha soportado y qué sinsabores ha sufrido, para dar a algún lector fortuito unas horas de esparcimiento o para pasar el tedio de un viaje.
Sabe Dios qué penas ha pasado el autor, qué amargas experiencias ha soportado y qué sinsabores ha sufrido, para dar a algún lector fortuito unas horas de esparcimiento o para pasar el tedio de un viaje.