El problema mismo de la mente y el cuerpo sugiere división; no conozco nada tan desastrosamente afectado por el hábito de la división como este tema en particular. En su discusión se refleja la escisión de la religión, la moral y la ciencia; el divorcio de la filosofía de la ciencia y de ambas de las artes de la conducta. Los males que sufrimos en la educación, en la religión, en el materialismo de los negocios y en el distanciamiento de los "intelectuales" de la vida, en toda la separación del conocimiento y la práctica, todo da testimonio de la necesidad de ver la mente y el cuerpo como un todo integral.