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Todo lo que el hombre usa sin el temor de Dios, todo lo que aplica a la mera gratificación de su carne, no puede dejar de operar como un veneno para el alma, por agradable y saludable que pueda parecer para el cuerpo.
Todo lo que el hombre usa sin el temor de Dios, todo lo que aplica a la mera gratificación de su carne, no puede dejar de operar como un veneno para el alma, por agradable y saludable que pueda parecer para el cuerpo.